Por Sin Reservas
El CESFRONT se ha dedicado a apresar los haitianos que venden aguacates y frutas en las calles de Dajabón, en lugar de concentrar sus esfuerzos en controlar el tráfico de estos hacia todo el ámbito de la República Dominicana.
Esta costumbre se ha hecho cotidiana, basta con permanecer algunos minutos en las calles de esta comunidad fronteriza de Dajabón para ver los motoristas conducir a altas velocidad con varios nacionales haitianos ilegales, entre ellos niños, a quienes les cobran para llevarlos a otros pueblos.
Lo que llama poderosamente la atención de la ciudadanía, es que el Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre «no dedique sus esfuerzos en controlar lo que si hace daño al país, que son aquellos que llegan desde la vecina nación a residir en la ilegalidad», aunque el flamante ministro de Defensa, se ha jactado en decir que «la frontera esta sellada».
Personas entrevistadas por Multimedios Linieros opinan que los haitianos que venden en las calles deben ser dotados de alguna identificación que se le permita comercializar, pagar algún impuesto y regresar a su país, dijeron que esas acciones se deben hacer bajo carnetización y un registro de entrada y salida.
Criticaron que el real tráfico de indocumentados sucede a plena luz del día y ante la mirada de las autoridades que no han sabido ejecutar acciones tendentes a controlar ese flujo de indocumentados por Dajabón.
Cortesia: Elvin Carrasco, de Multimedios Linieros